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APRENDIZAJE BASADO EN PROBLEMAS

2. ¿Cómo ofrecer y diseñar un proyecto basado en problemas?

 La propuesta educativa pensada desde una situación problema mediante un proyecto a corto o largo plazo, permite integrar los contenidos de la unidad curricular a la vida cotidiana del estudiantado. Habilita a la construcción colectiva del trayecto o proceso de dicha metodología activa, donde las competencias, los objetivos, los indicadores de logro, las metas de aprendizaje y la evaluación, son compartidas entre todos los participantes del proyecto. Permite abordar e identificar los contenidos curriculares desde la interdisciplinaridad o co-enseñanza con otras disciplinas. 

Dicha metodología, genera situaciones de aprendizaje donde el alumnado discute, debate y se interroga sobre determinados fenómenos sociales, jurídicos, políticos y económicos de la comunidad en particular y de la sociedad en general. Entre algunas de su características se pueden citar:

  • Los contenidos de la unidad curricular tienen coherencia con la propuesta de problemas a resolver.

  • Los aprendizajes se hacen observables en la realidad o contexto social de los estudiantes.

  • Los estudiantes investigan y aprenden a formular preguntas de carácter científico dentro de las ciencias sociales.

  • El alumnado elabora, organiza la información, plantea hipótesis y busca dar respuesta a situaciones complejas de la sociedad en la que vive. 

  • El docente jerarquiza los contenidos y las competencias a trabajar. 

  • Las concepciones previas del estudiantado sobre un determinado hecho social, están consideradas al momento de iniciar la construcción del proyecto.

  • El alumnado se implica de manera activa en los aprendizajes, descubre a través de la experiencia, reflexiona y  analiza desde el pensamiento crítico. 

  • Permite dar respuesta a un determinado problema, pero deja abierto el camino para que otros investiguen sobre la temática. 

  • El estudiantado descubre o relaciona otros contenidos que previamente no estaban explicitados. 

  • Permite contextualizar los aprendizajes y generar situaciones didácticas donde el estudiante es un sujeto activo y protagonista durante el desarrollo del proyecto.

  • El estudiantado vincula sus conocimientos previos con nuevos saberes, potenciando o desarrollando habilidades básicas y competencias para su vida cotidiana. 

En palabras de Ferrari et al., para que existan condiciones de aprendizaje significativo, “(...) el estudiante que procesa en forma más profunda el material, es capaz de transferir saberes a otros contextos, alcanza conocimientos metacognitivos, elabora mapas conceptuales más complejos, resuelve problemas.” (2007, p. 299)