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POSTURAS FRENTE AL CONOCIMIENTO

4. Dogmatismo

DOGMATISMO

Sócrates y Platón fueron dos filósofos dogmáticos que se opusieron a la idea de que toda opinión pueda ser defendida con buenos argumentos sin importar su verdad o falsedad (planteo de los sofistas).

La palabra dogmático suele ser utilizada en la actualidad como aquella persona que tiene algunas convicciones muy firmes, que no está dispuesta a que las critiquen e incluso puede querer imponerlas a los demás.

No es ese el sentido que le damos cuando hablamos de Sócrates y Platón. Dogmático es el contrario del escéptico, es quien afirma la posibilidad del conocimiento objetivo. Para Platón el conocimiento objetivo debe referirse a lo que no cambia, lo que permanece. El saber que surge de los sentidos, no es auténtico conocimiento. La realidad sensible es siempre cambiante y nuestras sensaciones son siempre subjetivas. De esa realidad y de esas sensaciones solo puede surgir la doxa (opinión), pero nunca el conocimiento o ciencia (episteme). La episteme es conocimiento objetivo, seguro y vale para siempre y para todos. Platón hace referencia a dos mundos: el de las ideas y el sensible. 

El segundo es una copia imperfecta del primero. Gracias a que tenemos la idea de igualdad es que podemos establecer relaciones de semejanza entre las cosas sensibles. Así ocurre con la idea de belleza y todas las demás. Entonces el auténtico conocimiento es a-priori, es decir, independiente de la experiencia. Para conocer nos tenemos que desprender de las cosas sensibles y así podremos alcanzar el mundo de las ideas.

La postura dogmática no duda del conocimiento, no lo toma como problema porque se confía en la razón. El dogmatismo es la posición más antigua y primera históricamente. Los presocráticos  tenían una confianza plena en la razón, además de enfocarse en la naturaleza como objeto de estudio. El problema se plantea con los sofistas.