Vegetación del Uruguay
3. Asociaciones vegetales
Nuestros suelos presentan déficit hídrico lo que explicaría la ausencia de vegetales de gran porte, salvo en zonas determinadas como ser: quebradas, serranías, riberas de ríos y zonas bajas linderas a los mismos.
Según su fisonomía definimos como monte ribereño a la vegetación arbórea que se desarrolla en los márgenes de los cursos de agua. La composición florística de estos montes varía entre una línea inmediata al agua con especies netamente hidrófitas, un sector intermedio con alta diversidad específica y una línea de contacto de especies mesoxerófitas y la pradera. La mayor vía de entrada de especies tropicales y subtropicales se lleva a cabo a través del río Uruguay.
El monte de parque se desarrolla entre el monte ribereño y la pradera, presentando una vegetación compuesta por árboles de copa abierta, distanciados entre sí bajo los cuales existe un tapiz de vegetación herbácea. Las características de esta región son similares a la Provincia del Espinal en la República Argentina. Los árboles corresponden a comunidades subxerófitas en las que predominan especies de algarrobo (Prosopis sp.) y espinillos, y que se extiende sobre terrenos alcalinos próximos al río Uruguay. Los espinillares han sido alterados por la actividad frecuente de limpieza de campos para la instalación de cultivos, provocando una exagerada multiplicación en algunos lugares, ya que cuando éstos son cortados rebrotan por las raíces gemíferas.
El monte de quebrada se desarrolla al abrigo de accidentes topográficos, donde las condiciones son de alta humedad, suelos sueltos, humíferos, bien drenados, con ausencia de vientos y temperatura constante lo que permite el crecimiento de vegetación típicamente subtropical, restringida a esos microclimas. Se pueden encontrar más de dos estratos de vegetación, con gran cantidad de plantas trepadoras y epífitas.
El monte serrano se desarrolla en sierras y serranías del este del país. Los suelos son de textura gruesa con buen drenaje, con numerosos microambientes, donde es posible la instalación de arbustos, lo que determina la acumulación de depósitos coluviales y formación de tierra orgánica. La estructura actual del monte serrano está determinada más por actividades antrópicas que por características climáticas o de suelo. Son frecuentes en estos montes las especies espinosas con características xeromorfas.
Los palmares constituyen comunidades muy características desarrollándose en el noroeste y este del país. En el primer caso corresponde a la palmera Butia yatay ocupando un área aproximada a las 2500 hás., que se continúa hacia la Provincia de Entre Ríos en la República Argentina, ocupando una extensión mucho mayor. En el segundo caso encontramos la palmera Butia capitata, cubriendo una superficie de 68.000 hás., llegando hasta el Estado de Rio Grande do Sul, en el Brasil. En estos momentos estas comunidades corren peligro de extinción, pues están compuestas solamente por individuos adultos, sin estadios intermedios de desarrollo, debido al pastoreo.
La vegetación de los arenales se encuentra a lo largo de toda la costa marítima. Las plantas adaptadas a este tipo de habitat presentan modificaciones morfológicas particulares tales como: sistemas radicales profundos, abundancia de estolones, cutícula serosa, rizomas fuertes, presencia de pelos.
Debido a la extensa red hidrográfica también encontramos una vegetación acuática abundante. Es posible distinguir un gradiente de humedad creciente desde la tierra hasta el agua libre, lo que determina una secuencia de vegetación. Cuando la inundación es temporaria hay un pasaje paulatino a la pradera o pajonal, con inundación permanente se desarrollan pajonales o totorales. Cuando la profundidad y la luz lo permiten se instalarán plantas acuáticas sumergidas o flotantes.
En zonas costeras, con entrada de agua salada, encontramos la vegetación halófita, que presenta modificaciones ecológicas y fisiológicas muy particulares. Poseen una elevada presión osmótica, de tres a siete veces superior a las plantas mesófitas.
En sitios pedregosos o rocosos, en suelos superficiales con pendientes pronunciadas y poca disponibilidad de agua encontramos las especies xerófitas. Estas plantas generalmente presentan tallos fotosintéticos, denominados filocladios o cladodios, las hojas modificadas en espinas y sitema radicular muy extendido.
Material extraido y adaptado
- MsC. Mario Piaggio Sección Micología. Facultad de Ciencias. Sección Micología
- Ing. Agron. Liliana Delfino. Curadora del Herbario. Museo y Jardín Botánico "Prof. Atilio Lombardo". IMM.
Facultad de Ciencias