Interacción gravitatoria
1. Introducción
¿Alguna vez te preguntaste por qué la Tierra gira alrededor del Sol o por qué la Luna gira alrededor de la Tierra?
En estos casos como en todos los sistemas del Universo existen fuerzas de atracción gravitatoria, éstas fuerzas son las que determinan el movimiento que tienen y mantienen a los cuerpos celestes en sus órbitas. Encontrar una explicación al movimiento de los astros, ha sido desde hace muchos siglos, objeto de estudio de muchos científicos. En la segunda mitad del siglo XVII se realizaron los aportes más importantes, con las investigaciones de Kepler, Halley y Newton.
Newton, expone en su libro "Principios Matemáticos de la Filosofía Natural" un modelo dinámico que puede explicar las trayectorias elípticas de los planetas en sus órbitas, basado en la existencia de atracción gravitatoria.
Según cuenta la leyenda popular, Newton estaba sentado bajo un manzano cuando se le ocurrió la idea de que la atracción gravitatoria se propaga más allá de la Tierra. Tal vez levantó la vista por entre las ramas del árbol, hasta observar la caída de la manzana y vio la Luna, entonces, tal vez pensó que la fuerza entre la Tierra y la manzana que cae es la misma que tira de la Luna y la obliga a describir una órbita alrededor de la Tierra, observando además la similitud entre la trayectoria que describe un planeta que gira en torno al Sol.
Newton comparó la caída de una manzana con la "caída" de la Luna. Pensó que la Luna se desvía del camino recto que seguiría de no haber una fuerza que actuara sobre ella, es decir, la Luna "cae alrededor" de la Tierra redonda a causa de su velocidad tangencial, observó que como los planetas describen órbitas alrededor del Sol y la Luna alrededor de la Tierra deben ser ejercidas sobre ellos una fuerza, pues de lo contrario sus trayectorias no podrían ser curvas. Al razonar de este modo, Newton admitía que sus Leyes del movimiento o Principios también eran válidas para los cuerpos celestes.