Imprimir este CapítuloImprimir este Capítulo

¿Qué es argumentar? Conceptos y ejercicios.

1. ¿Qué es argumentar?

En nuestros tiempos es muy común ver en la televisión, programas de debates en donde se contraponen diferentes opiniones, el tema de los debates es muy diverso, en donde se suele confundir opinar con argumentar. En un programa radial por ejemplo en donde se trata el tema de la homosexualidad y la adopción, escuchamos diferentes opiniones de parte de los radioescuchas que llaman para defender fervorosamente su postura, pero ¿hasta dónde son capaces de sostenerla y de defenderla ante cualquier crítica?, ahí es donde tenemos una primer pista de lo que diferencia a la mera opinión de una argumentación.

 

Opinión y argumento.

 

La opinión es un juicio sin fundamentos, independiente que sea o no verdadero. Así, por ejemplo, alguien puede opinar que las vacas vuelan y que la tierra es redonda. La primera es una afirmación falsa y la segunda no; sin embargo, ambas son simples opiniones si la persona no es capaz de fundamentar su juicio. De este modo, si le preguntamos cómo lo sabe y responde que ambas cosas se las contaron en el colegio, descubrimos que incluso la redondez de la tierra es, para él, una simple opinión que no puede defender.

 

Un argumento, en cambio, es un conjunto ordenado de proposiciones de las cuales una aparece como inferida o fundamentada por las otras, a la cual llamamos conclusión o tesis del argumento.

 Ver concepto de proposición y realizar ejercicios: aquí

Convencer no es lo mismo que persuadir:

 

La argumentación tiene como cometido el convencer. El cual es un proceso racional y reflexivo, en el que prima la razón en el ámbito de la ciencia y el conocimiento. El emisor fundamenta lógicamente sus argumentos, puesto que por lo general suele estar refiriéndose a algún elemento del mundo real o de la realidad social, común a todas las personas. En cambio persuadir es el proceso donde los motivos priman las razones en el ámbito de gustos y convicciones. El emisor apela a los aspectos subjetivos que pueda tener en común con su interlocutor, suele ser el tipo de argumentación más común en la vida cotidiana y en el mundo privado de la sociedad. Por lo mismo no es lo mismo ocupar los mismos argumentos persuasivos con una persona u otra.