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Leer para aprender ciencias: ampliación

2. Construcción de conocimiento a partir del planteo de preguntas

La persona que aprende debe ser capaz de razonar, hacer inferencias, resolver problemas reales, relacionados con vivencias reales, imaginadas o narradas por otros.

En el marco del aprendizaje de las ciencias, es importante el aprender a plantear y formular buenas preguntas, para ello se debe tener en cuenta que se considerarán buenas preguntas aquellas que:

  1. ayuden a encontrar sentido a un determinado aprendizaje y empezar a pensar en función del conocimiento con el que se quiere conectar el contenido de la lectura. Por ejemplo, se les puede proponer la lectura de textos que planteen situaciones o problemas cuya explicación requiera adquirir dicho conocimiento. Pensar en las ideas clave generales que organizan el pensamiento que son las que se activarán cuando se lea el texto y que para comprenderlo será necesario ese nuevo conocimiento. Las informaciones concretas se pueden encontrar en libros o en internet, si se dispone de la "buena" pregunta.
  2. sean productivas en relación al conocimiento científico que se desea promover. En general, se plantean preguntas cerradas, fáciles de responder a partir de la información y que no requieren interrelacionar ideas ni reestructurar el pensamiento. La preguntas que se sugieren según Roca, (2005) son las que:

  • Generalizan: ¿en qué se asemeja y en qué se diferencia? ¿es del mismo tipo?... 
  • Comprueban: ¿cómo se puede saber?, ¿se puede demostrar que...? ¿Cómo podría comprobar que...?  
  • Predicen: ¿qué podría pasar?, ¿qué pasará sí...?  
  • Gestionan: ¿qué se puede hacer por...?, ¿cómo resolver tal problema?  
  • Valoran: ¿qué será lo más importante?, ¿ésta es la mejor manera de proceder?   

Teniendo en cuenta este tipo de preguntas se podrán seleccionar adecuadamente las lecturas, para de este modo posibilitar que los estudiantes puedan comparar, deducir, comprobar, predecir, valorar, etc.

A partir de un artículo, noticia, pedir a los estudiantes que piensen qué preguntas responde el texto. Otra posibilidad es que el docente plantee las preguntas y que los estudiantes analicen si son literales, inferenciales, evaluativas o creativas, además se les puede pedir que realicen el ejercicio de pensar cuál les resultó más difícil de responder y en qué habían pensado para responderlas.

Si los estudiantes consiguen "buenas" preguntas, aprenderán y disfrutarán de una lectura.

3. llevan a buscar la idea principal o que proponen al estudiante poner un título al texto cuando no lo tiene. Las preguntas deben promover la comparación de lo que dice el texto y las ideas propias, tanto si aporta un nuevo conocimiento como si lleva a hablar sobre el mismo. Se desarrolla de esta forma, la metarreflexión en los estudiantes, sobre lo que conocen y lo que desconocen. Son interesantes las actividades en las que se propone a los estudiantes la búsqueda de nuevos datos, informaciones o argumentos cuando se parte de un problema o pregunta inicial. Se genera de esta forma que los estudiantes a partir de esas lecturas, escriban un texto o preparen una presentación oral con buenos argumentos.


Una misma lectura puede ser utilizada con distintos objetivos didácticos y las actividades que se diseñen con ella pueden incluir varias clases para poder combinar objetivos de distinto tipo.


Resumen, las preguntas que deben acompañar la lectura de un texto:

  • Deben ser pocas. 
  • No se deben poder responder a partir de la lectura literal de una frase.
  • Se deben orientar a que los estudiantes hagan suyas las preguntas-clave en relación a los objetivos de aprendizaje.
  • Las lecturas de inicio de una unidad didáctica son útiles para que el estudiante se represente qué va a aprender y su posible utilidad. Se recomiendan las que hablan de situaciones o problemas reales o cercanos a la vida del estudiante, así las preguntas tendrían que ver con las ideas más generales sobre el tema (para orientar la mirada y el pensamiento) y con estimular la aparición de las ideas previas.
  • Las lecturas son útiles para que se puedan contrastar las propias ideas con las de la ciencia, para apropiarse de nuevas palabras y formas de hablar o de hacer. Deben así, favorecer la comparación y la metarreflexión.
  • Si la lectura tiene como objetivo ampliar el conocimiento, deben ser los propios estudiantes los que aprendan a buscar las lecturas que sean relevantes, para poder encontrar las respuestas a las preguntas que se formularon.
  • Son relevantes las lecturas que promueven la aplicación y transferencia de nuevo conocimiento al análisis e interpretación de nuevos problemas y situaciones en las que los alumnos han de aplicar los saberes aprendidos. Es recomendable que los propios estudiantes se planteen las preguntas o que las que planteen los docentes promuevan el establecer relaciones con sus conocimientos y la reflexión sobre su utilidad para fundamentar actuaciones.