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LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA

7. Parte 7

Anaximandro de Mileto, que era amigo y colega de Tales, fue una de las primeras personas de quien sabemos que llevó a cabo un experimento. Examinando la sombra móvil proyectada por un palo vertical determinó con precisión la longitud del año y de las estaciones. Los hombres habían utilizado durante eras los palos para golpearse y lastimarse entre sí. Anaximandro los utilizó para medir el tiempo. Fue la primera persona en Grecia que construyó un reloj de sol, un mapa del mundo conocido y un globo celeste que mostraba las formas de las constelaciones. Creía que el Sol, la Luna y las estrellas estaban constituidas por el fuego que se veía a través de agujeros en movimiento en la cúpula del cielo, idea probablemente mucho más antigua. Sostuvo la idea notable de que la Tierra no está suspendida de los cielos o sostenida por ellos, sino que se mantiene a sí misma en el centro del universo; puesto que equidistaba de todos los puntos de la “esfera celeste”, no había ninguna fuerza que pudiese desplazarla. Afirmaba que al nacer estamos tan desvalidos, que si los primeros niños hubiesen quedado abandonados y solos en el mundo habrían muerto inmediatamente.

Anaximandro dedujo de esto que los seres humanos procedían de otros animales cuyos hijos nacen más resistentes: Propuso el origen espontáneo de la vida en el barro, siendo los primeros animales peces cubiertos de espinas. Algunos descendientes de estos peces abandonaron luego el agua y se adentraron en tierra firme, donde evolucionaron dando otros animales mediante transmutaciones de una forma a otra. Creía en un número infinito de mundos, todos habitados, y todos sujetos a ciclos de disolución y de regeneración. (…)