LAS PARÁBOLAS DE LA MISERICORDIA
Sitio: | Aulas | Uruguay Educa |
Curso: | LSU LITERATURA 5 |
Libro: | LAS PARÁBOLAS DE LA MISERICORDIA |
Imprimido por: | Invitado |
Día: | viernes, 22 de noviembre de 2024, 05:33 |
1. Parte 1
Análisis de: Las Parábolas de la Misericordia
(Para alumnos de quinto año de Secundaria) (Texto pasado a idioma de señas por CERESO) Profesora Claudia Panisello.
La ubicación de las Parábolas de la Misericordia dentro de La Biblia: están en el Evangelio de San Lucas capítulo 15. La palabra Evangelio significa en su origen “recompensa por una buena noticia” y posteriormente pasó a ser la buena noticia en sí misma. La buena noticia es que ha llegado el Mesías (salvador) del que hablaban las antiguas escrituras, y es Cristo.
2. Parte 2
El género literario de este texto es narrativo, ya que está escrito en prosa y se relatan determinados hechos. El contenido es biográfico apologético, ya que se refiere a la biografía de Jesús y se realiza una apología (discurso en defensa de algo o alguien). En este caso el discurso es la defensa de Jesús como salvador y de sus enseñanzas.
El autor del tercer Evangelio es Lucas, “nacido en Antioquía, médico
(Colos,4,14) y pintor”, “escribió en griego veintiséis años después de la muerte de
Jesús”. (Dicc. Onamatológico).
El título fue escrito posteriormente con el fin de guiar al lector y/o creyente para
la mejor ubicación del relato dentro del Nuevo Testamento.
3. Parte 3
El texto se divide en momentos para su mejor análisis. El primer momento es la introducción que establece las condiciones en las que Jesús relata las parábolas. Se encuentran los publicanos y pecadores alrededor de Jesús, escuchándolo; y los fariseos y escribas lo estaban criticando por estar con los mismos.
Jesús es el personaje principal, remite a Jesús histórico: “nació en Belén el 25 de diciembre del año 754 de la fundación de Roma”. (Diccionario Onomatológico.)
Se encuentran cuatro tipos de personajes secundarios, que en este caso dan las causas que mueven al relato de las parábolas.
Los publicanos son los arrendadores de impuestos, los pecadores son los que
cometen pecado (que es faltar a las reglas de Dios). (El ser humano sería por esencia
pecador). Los fariseos son los que “entre los judíos” eran miembros “de una secta que
afectaba rigor y austeridad pero eludía los preceptos de la ley, y sobre todo su
espíritu” (Dicc. RAE, 952). Los escribas eran “intérpretes de la ley entre los hebreos”
(RAE,880).
4. Parte 4
Los fariseos y escribas “murmuraban diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.” (NT, Lucas 1cinco, v.2). El verbo empleado en pretérito imperfecto del modo indicativo, “murmuraban” significa que hablaban en voz baja, pero suficientemente alta como para que Jesús escuchara. El empleo del deíctico (palabra que indica a lo anteriormente referido en el discurso) despectivo “este”, refiriéndose a Jesús junto con el tono y el sentido malicioso de las palabras, también influyen. Buscan que Jesús reaccione de alguna manera oyendo sus palabras de crítica y juicio hacia sus acciones. Quizá otro personaje pudiera haber reaccionado de forma violenta, pero Jesús con altura lo que hace es explicarle su actitud mediante el relato de las 3 parábolas que se conocen con el nombre de “la misericordia”.
La palabra “parábola” significa semejanza, y es un relato simple que por medio
de una semejanza busca dejar una enseñanza. Las palabras empleadas son sencillas
para que todos ( hombres y mujeres) los que escuchaban a Jesús pudieran encontrar
el sentido del relato.
5. Parte 5
Segundo momento: primera parábola. Las dos primeras parábolas tienen la misma estructura: pérdida, búsqueda, encuentro y alegría por el encuentro. La primera parábola comienza con un enunciado interrogativo que se refiere a un oficio común de la época, que era ser pastor (el que no lo era podía conocer a alguno) y la pérdida de un animal, que no tiene conciencia, que es la oveja. Es un relato para que se entienda, hoy no nos dice mucho, ya que no vivimos en el mismo contexto. Si hoy se realizara el relato, quizá se podría utilizar el ejemplo del celular (móvil).
La pregunta retórica en este caso sirve para hacer reflexionar a la audiencia sobre
la importancia que tiene el animal perdido para el pastor. La respuesta en este caso
sería todos. Todos los pastores que perdieran una oveja irían a buscarla. (Si
realizamos la pregunta en nuestros tiempos todo aquél que perdiera un celular en el
liceo, si se diera cuenta encontrándose en la parada del ómnibus, volvería al liceo para
buscar por la clase y por todo el liceo hasta encontrar el celular que se le perdió. Aunque en su casa tenga una TV, una computadora, una tablet, y sus padres también
tuvieran celulares, etc.)
6. Parte 6
Se encuentra un polisíndeton (poli: muchas, síndeton: conjunciones), que es una figura de repetición que consiste en la reiteración de una conjunción, con el fin de resaltar los elementos que con ella une. En este caso se emplea la conjunción copulativa “y” y une varios verbos con el fin de enfatizar todas las acciones que realiza el pastor para buscar la oveja, encontrarla y festejar por haberla encontrado: “y 3 3 va...y cuando la encuentra...y al llegar a casa, reúne ...”(v.4 a 6 139).
Realiza una
invitación a amigos y vecinos para que festejen con él y celebren el encuentro de la
oveja perdida. En el versículo 7 hay una aclaración de la enseñanza que se quiere dejar por
medio de la parábola, y por medio de una comparación cuantitativa de superioridad
dice que “habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por
noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento” (N.T, 139 15:7)
7. Parte 7
La comparación cuantitativa es aquella que relaciona dos términos en virtud de una relación de cantidad relativa a un aspecto de los dos elementos. Por ejemplo: si digo mi hijo es más alto que su compañero, estoy relacionando dos elementos: mi hijo y su compañero y un aspecto: la altura. (Sólo la altura y ningún otro aspecto. No estoy comparándolos en relación a si son buenos alumnos o su comportamiento o si son cariñosos con la mamá, etc.). Comparo sólo la altura y una cantidad que en este caso es la de superioridad (mi hijo es más alto). Puede haber tres tipos de comparación cuantitativa: de superioridad (más que, mayor que), igualdad (igual que) e inferioridad (menos que, menor que).
El tercer momento es la segunda parábola que tiene una estructura idéntica a la
primera, pero cambiando el género a femenino, ya que es para que la otra parte (de los
que escuchan a Jesús) se sintiera representada. (versículos 8 a 10 inclusive). También cambia lo que se pierde: en este caso es un objeto: una dracma (moneda
griega de plata) entre diez. Por medio de la pregunta retórica vuelve a hacer la
reflexión de la importancia del objeto perdido, que es buscado sin cansancio hasta su
encuentro.
8. Parte 8
El énfasis de la búsqueda y la alegría por el encuentro están dados por el polisíndeton que une los verbos relacionados a las diversas acciones: “enciende la lámpara y barre... y busca... y cuando la encuentra...”(v.8 y 9, 139).
La reunión en este caso es con “amigas y vecinas” (v.9), cambiando el género del
festejo de la primera parábola “amigos y vecinos” (v.6 ). De nuevo para la
identificación del género femenino. Finaliza con la aclaración con el tono sentencioso
y solemne que concluye sobre la alegría en el mismo sentido que la anterior, pero sin
el empleo de la comparación cuantitativa: “Así os digo que hay gozo delante de los
ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.”
9. Parte 9
El cuarto momento es la tercera parábola, que tiene algunos aspectos diferentes debido a que no es un objeto ni un animal, sino que es un ser consciente de su destino, ya que posee el libre albedrío, que es la capacidad de decisión propia sobre las opciones dentro de la vida.
Hay una gradación descendente en la cantidad de lo perdido respecto al total (1 en 100, 1 en 10 y 1 entre 2) pero no así en lo que respecta al valor, ya que se trata de un ser humano. La “pérdida” en este caso es metafórica, ya que se refiere a que el hijo menor tomó la decisión de irse de la casa familiar de su padre.
El hijo menor pide a su padre: “dame la parte de los bienes que me
corresponde” (15:12), el pedido se realiza mediante el empleo del modo
imperativo, que es el modo que tiene como característica tener una fuerte intención
apelativa. Es decir, que el receptor tiende a realizar lo que el emisor le indica, ya
que es una orden, mandato, o pedido muy fuerte. En este caso se encuentra el
empleo del pronombre enclítico, que es el pronombre (me 1ra. persona del singular)
que está unido al verbo y formando una sola palabra con él.
10. Parte 10
La parte de los bienes que le corresponde al hijo menor según la ley hebrea es la de un tercio, ya que la ley de la primogenitura dispone que dos tercios fueran para el hijo mayor. (Es importante esto, ya que el hijo mayor después reacciona contra el menor, pero no le ha quitado su parte de la herencia).
El padre se muestra generoso, comprensivo, respetuoso del libre albedrío de su hijo puesto que sabe como lo educó y confía en él y le “repartió los bienes” (v12). se encuentra aquí una diferencia con las dos parábolas anteriores, ya que él no lo va a buscar, sino que lo espera.
El hijo menor se aleja y va a una “provincia apartada”, donde derrocha todo el
dinero (de ahí el título puesto posteriormente, que es hijo pródigo, prodigar es
malgastar, derrochar). Se encuentra una hipérbole: “cuando todo lo hubo malgastado”
(15:14). Es una figura que consiste en la exageración de una cualidad, que puede ser
positiva o negativa, con el fin de destacarla y remarcarla. En este caso es para
enfatizar la cantidad de dinero que derrochó.
11. Parte 11
Hay un polisíndeton de todo lo que va sucediendo para enfatizar su descenso social: “ y fue y se arrimó..” Se dedicó entonces a cuidar cerdos, que es un animal inmundo para los hebreos, es decir, un trabajo denigrante y su condición de pobreza parece haber llegado a su extremo más bajo al remarcar su apetito: “ y deseaba llenar su vientre de las algarrobas” (leguminosa similar a las arvejas) “que comían los 5 5 cerdos”( 15:16) .
La degradación es máxima y es entonces que “volviendo en sí” es
decir, volviendo a ser el de la casa de su padre, volviendo a su consciencia, reflexiona: “Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco
de hambre” (15:7). Con el adverbio de lugar “aquí” enfatiza la distancia entre el
lejano bienestar de la casa de su padre en el que aún los jornaleros (trabajador que
cobra por jornal o día) (los sirvientes de su padre) comían mejor que él. El verbo
“perezco” es hipérbole (exageración) del apetito que está sufriendo, ya que son
necesarios 40 días para morir por no comer
12. Parte 12
El hijo reflexionó y pensó ir a la casa de su padre y decirle: “padre he pecado contra el cielo y contra ti” (15:18) Esta figura se llama perífrasis o circunloquio y consiste en hacer un rodeo para decir algo que no se puede o no se quiere decir. En este caso no quiere decir el nombre de Dios, porque no se siente digno (merecedor, valor por sí mismo) ni siquiera de pronunciar su nombre.
Piensa en regresar junto a su padre y planea decirle “hazme como a uno de tus
jornaleros" (15:19), utilizando de nuevo el modo imperativo con el pronombre
enclítico. Pero estas palabras que imagina nunca se las llega a decir, debido a la
actitud del padre.
13. Parte 13
El quinto momento: cuando vuelve el hijo menor, su padre lo estaba esperando y
lo ve desde lejos: hay un polisíndeton para remarcar todas las acciones que realiza
para volver a estar con su hijo porque lo extrañaba mucho y lo estaba esperando: “Y
cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió y se
echó sobre su cuello, y le besó” (15:20). La desesperación del padre al correr y la
acción de alegría al verlo marcado por el verbo “echó”, que señala una acción sincera
y precipitada. Es aquí recién que aparece la palabra misericordia, que significa “virtud
que inclina el ánimo a comparecerse de los trabajos y miserias ajenos” (Dicc. RAE, 1380). Es tener compasión, que significa sentir con el otro, ponerse en el lugar del
otro. El padre siente compasión por su hijo y lo perdona por los errores cometidos
14. Parte 14
El beso del padre representa el perdón y los tres elementos que le otorga son
símbolos de la restitución de su dignidad y están enfatizados por el polisíndeton: el
vestido, el calzado y el anillo. Por reticencia (figura que consiste en callar alguna cosa)
no lo dice, pero habrá llegado vestido de forma miserable, al vestirlo le devuelve la
condición social elevada. El calzado era un signo de libertad entre los antiguos, ya que
los esclavos andaban descalzos. Seguramente no vino calzado por reticencia, no lo
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dice. El anillo por su forma circular infinita representa el amor eterno entre el padre y
el hijo. La alegría por el encuentro está realzada por el polisíndeton: “y traed el becerro
gordo y matadlo: y comamos y hagamos fiesta” (15:23)
15. Parte 15
El padre dice “porque este mi hijo muerto era, y ha revivido: se había perdido, y es hallado.” (15:24). El sentido se refuerza mediante los dos pares de metáforas en antítesis. Las connotaciones de “perdido” y “muerto” son similares: falto de vida, fuera de la vida correcta, alejado del bien, cometiendo pecado, etc. En oposición, las otras dos metáforas: “ha revivido y es hallado” tienen las connotaciones de volver a la vida correcta, salir del mundo del pecado, estar del lado del bien, etc. En definitiva por semejanza el hijo menor se referiría al pecador que se ha arrepentido y ha vuelto con su padre, que sería por semejanza Dios.
La definición de metáfora 1 : es una figura estilística (de estilo o forma de escribir el autor) que consiste en la traslación de un elemento real a un elemento figurado. El elemento real es el que se busca explicar, el elemento figurado es el que se elige para la mejor expresión.
La metáfora explícita es aquella en la que se encuentran presentes los dos
elementos: el real y el figurado. La metáfora pura o implícita es la que se encuentra
sólo el elemento figurado del cual se debe deducir el elemento real por el contexto y
por la serie de connotaciones (sugerencias) que genera. La metáfora siempre
enriquece el significado por la serie de connotaciones que genera.
16. Parte 16
En el sexto momento el hijo mayor que regresa del trabajo del día se encuentra con la sorpresa de la fiesta y se entera por los criados lo que sucedió. No quiere entrar y expresa su disconformidad con el énfasis en su obediencia al padre y el adverbio de tiempo que enfatiza la negación total: “no habiéndote desobedecido jamás”. Hay un reclamo al padre diciendo que “nunca me has dado ni un cabrito”, (15:29) encontrándose una contraposición entre “el becerro” (cría de la vaca) “gordo” , es decir, el mejor y el “cabrito” (cría de la cabra) de menor valor por su carne, además de la inferioridad del diminutivo que señala el sufijo.
El hermano mayor se encarga de decir al padre lo que por reticencia ha omitido el texto, que es lo que el hermano menor ha realizado con el dinero. Se comporta con celos por el hermano menor, de la misma misma forma que los fariseos y escribas sentían celos por los publicanos y los pecadores. El padre no se sorprende, pues por supuesto ya lo imaginaría; y le explica la unidad que ellos han tenido siempre, en contraposición con el alejamiento del hermano menor. El hermano mayor quizá no sentía la confianza necesaria para realizar una fiesta, pero el padre siente que él la hubiera podido hacer: “todas mis cosas son tuyas” (15:31). Y vuelve a repetir el par de metáforas en antítesis (ya explicadas) con que se cierra la última parábola.
La conclusión es que Jesús ha relatado estas tres parábolas para que los fariseos y
escribas entendieran la causa de estar rodeado por los publicanos y pecadores. Es
porque ellos lo necesitaban, precisaban escucharlo y su arrepentimiento era
importante. El padre de la última parábola es por semejanza Dios, que tiene la
compasión para perdonar al pecador arrepentido.
17. Créditos
Prof. Claudia Panisello
ILSU Dailí Rojas
Equipo de traducción: ILSU Dailí Rojas, Prof. Carina Romero
Imagen de fondo de video Prof. Marolyn Regueiro
Audio: Tco. Nicolás Macchi
Bibliografía:
Argencio, María del Socorro, Literatura Bíblica, Montevideo, Mosca Hnos
Editores, sd. Argencio, María del Socorro, El Evangelio Montevideo, Mosca Hnos Editores, 1964.Bouyer,L, La Biblia y el Evangelio, Barcelona, Estela, 1965. Castellani, L, El Evangelio de Jesucristo, Bs. As.,Itinerarium, 1957. Del Vasto, L, Comentario del Evangelio, spi, Sur, 1955. De Reina, Casiodoro,(versión de), revisada por De Valera,Cipriano , La Santa
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