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LIBRO AUGUSTE COMTE

Sitio: Aulas | Uruguay Educa
Curso: Sociología
Libro: LIBRO AUGUSTE COMTE
Imprimido por: Invitado
Día: lunes, 6 de mayo de 2024, 02:31

1. Vida

Auguste Comte, quien es reconocido como uno de los padres fundadores de la disciplina sociológica, nació en Montpellier, Francia,  el 19 de enero de 1798, en el seno de una familia pequeñoburguesa católica y monárquica, 

Fue un estudiante brillante, un poco retraido  e inseguro  para desenvolverse en las situaciones sociales. 

Destacado por su gran capacidad intelectual, en torno a la cual reconstruyó una autoestima que le llevó al final de sus años a excentricidades tales como no leer las obras de los demás, quedándose al margen de las principales corrientes intelectuales de su tiempo. 

Después de asistir al Lycée Jofree y luego a la Universidad de Montpellier, fue admitido en el École polytechnique en la ciudad de París. La École Polytechnique era conocida por su cercanía a los ideales franceses del republicanismo y el progreso. En 1816, sería cerrada (por motivos de reorganización), pero no impidió que Comte continuara sus estudios académicos en un colegio de médicos de la ciudad. Cuando la École fue reabierta, Comte no solicitó la readmisión.

Luego de su regreso a Montpellier, tendría diferencias irreconciliables con su familia, ya que eran partidarios de la monarquía y profesaban la religión católica, por lo que se ganaría la vida con pequeños trabajos. En agosto de 1817, encontró un apartamento en París donde viviría hasta 1822. Ese mismo año, se convirtió en el secretario y alumno de Henri de Saint-Simon, que a su vez, pondría a Comte en contacto con la sociedad intelectual y por ende, terminaría influenciado por él. Comte trabajó con Saint- Simon por siete años hasta que se separaron por diferencias irreconciliables entre ambos.

Comte contraería matrimonio con Caroline Massin en 1825. En 1826, Comte fue llevado a un hospital de rehabilitación, pero luego se iría sin haberse recuperado del todo - solo estabilizado por el psiquiatra francés Jean Étienne Dominique Esquirol - para luego continuar trabajando en sus obras (aunque luego trataría de suicidarse en 1827, intentando saltar del Pont des Arts). Su mejor amigo fue John Stuart Mill.


2. Ley de los tres estados

La ley de los tres estados es una teoría concebida por Auguste Comte en su obra Curso de filosofía positiva (1830-1842). 

Se afirma que la vida pasa por tres estados teóricos diferentes: el estado teológico, o ficticio; el estado metafísico, o abstracto y por último el estadio científico, o positivo. El primero es un punto de partida necesario para la inteligencia humana; el segundo está destinado únicamente a servir como etapa de transición y el tercero es su estadio fijo y definitivo.

  • Estado teológico o ficticio

El estado teológico se refiere a atributos que se le dan a los hechos que pasan de una u otra forma, hace mucho tiempo atrás en los primeros estados las personas pensaban y afirmaban que todos los sismos y desastres que se daba naturalmente provenía de todo lo que había sido formado por Dios o como algunas personas lo llaman sobrenatural.  Cuando hablamos de hechos sobrenaturales se explica que es un suceso que pasa sin que el ser humano pueda actuar en contra de estos como ejemplo: Un terremoto es un acontecimiento que solo Dios dispone.

Comte dividió este Estado en tres subestados:

Fetichismo El fetichismo fue el estado primario del estado teológico de pensamiento. A lo largo de este estado, los pueblos primitivos creían que los objetos inanimados tenían un espíritu vivo en ellos, también conocido como el animismo. La gente adora a objetos inanimados como árboles, piedras, un trozo de madera, erupciones volcánicas, etc.
Politeísmo  La explicación de las cosas se da mediante la utilización de muchos dioses. Los pueblos primitivos creían que todas las fuerzas de la naturaleza eran controladas por diferentes dioses, algunos ejemplos serían el dios del agua, el dios de la lluvia, el dios del fuego, dios el aire, o el dios de la tierra, etc.
Monoteísmo Significa creer en un Dios  atribuyendo todo a una única deidad suprema.
  • Estado metafísico o abstracto
El Estado metafísico es la extensión del Estado teológico. El Estado metafísico se refiere a la explicación por la identidad abstracta, impersonal. Generalmente, las personas trataban de creer que Dios era un ser abstracto.  También creían que un poder abstracto o ciertas fuerzas ocultas guiaban los acontecimientos del mundo. El pensamiento metafísico descarta la creencia en un Dios concreto. La naturaleza de la investigación era legal y racional en la naturaleza. Por ejemplo: En la clásica sociedad hindú, el principio de la transmigración del alma, el concepto y la resolución de la reencarnación, las nociones de virtud se rigen, en gran medida, por la ardua metafísica y de la sociedad moderna.
  • Estado científico o positivo

El Estado positivo, también conocido como Estado científico, se refiere a la explicación científica basada en la observación, la experimentación y la comparación. Las explicaciones positivas se basan para su justificación en un método distinto, el método científico. Durante este estado, los seres humanos trataron de establecer relaciones de causa y efecto. El positivismo es una manera puramente intelectual de ver el mundo, que a su vez, hace hincapié en la observación y clasificación de los datos






3. La teoría social

Abordar las categorías de análisis de Auguste Comte,  permite trabajar con el concepto de teoría social y paradigma, por ser dicho autor considerado como el creador de la sociología y del positivismo. La conjunción de las dos palabras: teoría social, son complejas y arduas en su definición. La primera (la teoría) responde a una extensa bibliografía para definirla, lo que demuestra que hay una variedad de miradas y posiciones sobre la misma. Lo social nos acerca a la dimensión o ámbito de la realidad, entonces la teoría social dará cuenta de la realidad social a través de dicha teoría. En nuestra disciplina en particular, y en las ciencias sociales en general, es difícil encontrar un consenso unánime sobre lo que es la teoría. Podemos acercarnos al concepto a través de la siguiente definición “La teoría entonces “(…) es un conjunto de hipótesis que ya han sido probadas (…) y por lo tanto, sirven de guía para la tarea de investigación en cualquier tarea.” (Passano, L. 2016:31)

Cuando aplicamos la teoría en la práctica estamos representando la realidad, es lo que denominamos modelo desde el ámbito educativo que nos convoca. El concepto de modelo, guarda relación con el concepto de teoría social ya que el mismo es un “constructo hipotético que genera sus efectos en la realidad.” (Nuñez, V.1990; p. 34) Trabajar con y desde un modelo constituye la posibilidad de tener una guía, una orientación que pone en diálogo permanente teoría y práctica, establece entonces coordenadas para pensar la realidad, y al mismo tiempo constituye el marco para nuevas categorías. El sociólogo en su labor parte también de un modelo, de un marco teórico que le permite, dialogar, dar sentido, conceptualizar y tomar decisiones ante su quehacer. Posibilita además nuevas perspectivas de análisis ante determinados fenómenos sociales, generando conocimiento mediante el método científico.


¿Qué es un paradigma?

Reflexionar sobre la teoría social implica abordar el concepto de paradigma, como así también al significado que ha tenido el saber, el conocimiento a lo largo de la historia de la humanidad. Cuando historiamos no debemos olvidarnos que interpretamos hechos del pasado, desde una perspectiva actual, es decir, nos guiamos por nuestras preocupaciones, intereses, puntos de vista, concepciones del ser humano, de la sociedad y del conocimiento.

Cada idea dominante del saber, guarda relación con cada período histórico y con las condiciones concretas en las que las personas viven. La búsqueda del conocimiento ha sido una invariable en la historia del ser humano. Ese encontrar o buscar diversos aspectos del conocimiento está relacionado con la realidad social de la época, los intereses, los comportamientos, sentimientos y pasiones humanas. En esa búsqueda del conocimiento, aparecen los primeros pensadores griegos que intentaron comprender el origen del mundo y de los fenómenos naturales. En la filosofía griega, el pensador griego, toma una actitud especulativa ante el mundo, buscando verdades absolutas y relativas. Así el tema central pasa por la construcción del universo, su composición; luego el concepto de comprender la realidad mediante el número. Se intentaba entonces comprender el mundo en términos cuantitativos, anunciando por lo tanto, los intentos positivistas que dominarán el pensamiento científico durante siglo XIX.

La interrogante o la preocupación del funcionamiento del universo, conlleva a cuestionarse cómo podemos conocer. Entonces el ser humano pasa a ser el centro, como sujeto sapiente, se comienza a cuestionar la validez del pensamiento, su capacidad para conocer. Con Sócrates se consagra la orientación antropológica de la filosofía, él afirmaba que la verdad está implícita en el conocimiento humano y que tan solo precisaba ser extraída y clarificada. Comienza por lo tanto el racionalismo, el conocimiento humano como clave del comportamiento. Platón, como discípulo de Sócrates, entiende que lo auténtico no son las cosas sensibles sino las causas, el mundo sensible no es más que una copia imperfecta del mundo de las ideas.

Aristóteles, sucesor de Platón, retoma el dualismo alma y cuerpo, y modifica su sentido. Para él alma y cuerpo son dos elementos inseparables que constituyen al ser humano y los denomina materia y forma. Concluía que todo saber está fundamentado o sustentado por un interés. Ese saber no es objetivo, pues está íntimamente ligado a la comunidad que le dio origen y supeditado a sus mismas contingencias. Esos intereses, según Aristóteles, son los que lo guían a su búsqueda de conocimientos. A su vez, estos conocimientos, pueden ser técnicos o prácticos. El interés técnico da cuenta de determinadas reglas que permiten controlar la realidad. Mientras que el interés práctico hacen referencia a aquellos valores que llevan al hombre a actuar prudentemente o sensatamente. El conocimiento desde esta perspectiva va más allá de regularidades y regla, centrándose por lo tanto en los significados de las comunidades donde se producen. Jerarquiza el rol de la observación de las cosas como única forma de obtener el conocimiento, y ello surge de la confrontación de la observación con el intelecto y no por el poder intuitivo del alma. El pensamiento de Aristóteles, como uno de los principales filósofos clásicos, dominó el pensamiento occidental hasta el siglo XVII.

En el siglo XIX e inicios del siglo XX la teoría se vuelve ciencia aplicada, cuyo objetivo es buscar la eficacia social, el conocimiento está fundado en el interés técnico, por lo tanto lo que se busca es controlar la realidad.

Entonces la neutralidad del conocimiento científico parte del postulado de que todo conocimiento ha de ser objetivo. El discurso positivista domino todo el siglo XIX hasta 1960, donde la ciencia entra en crisis. Esta crisis implica que la comunidad científica se organiza baja unos intereses determinados, que guardan relación con su forma de ver o entender la realidad. El conocimiento no avanza por acumulación, es necesaria la pluralidad de métodos para permitir el progreso de la ciencia. Según Echeverría “desde 1970 cabe hablar de una proliferación de concepciones sobre la ciencia, sin que haya ninguna central ni determinante” (1998: pp13-14). La filosofía positivista de la ciencia comenzó su crisis a partir de 1962, cuando Kuhn en su obra “La estructura de las revoluciones científicas”, da comienzo a una nueva mirada, una nueva concepción y porque no decirlo, un quiebre de un paradigma hegemónico hasta el momento.

La ciencia se abre entonces a la cultura y a la sociedad. Es aquí cuando lo plural y complejo deviene a la ciencia y por lo tanto el carácter unificador que Comte le había otorgado a la misma, pierde validez.

Se hace necesario entonces abordar el relativismo científico de Kuhn, en su obra “la estructura de las revoluciones científicas”, donde introduce nuevos postulados: paradigma, inconmensurabilidad, relativismo científico y revolución científica.

Entendemos por paradigma, a un modelo o patrón aceptado por los científicos de una época determinada que se impone a otros paradigmas rivales. La ciencia presenta anomalías, preguntas sin responder, donde el paradigma hegemónico tampoco puede dar solución. Entonces se presenta una crisis, un problema, donde el paradigma dominante no encuentra respuesta, es aquí cuando se abre el camino para la superación de la crisis, aparece un nuevo paradigma, el cual superará al anterior.

El conocimiento, el saber, progresa mediante el siguiente axioma abierto:

Pre - ciencia – ciencia normal – crisis – revolución – nueva ciencia normal – nueva crisis. Para Kuhn la ciencia es el resultado de un proceso sucesivo, en constante proceso evolutivo y transformación.


4. El positivismo

El positivismo es una corriente filosófica que afirma que todo conocimiento deriva de alguna manera de la experiencia, la cual se puede respaldar por medio del método científico. Por tanto, rechaza cualquier conocimiento previo a la experiencia.

Positivismo, epistemológicamente hablando, significa ‘sin valor’ o ‘sin prejuicios’. Es decir, que no cree en las ideas previas o ideas a priori porque todo está en abierto hasta que se demuestre objetivamente a través de un método científico.

El término positivismo surgió en Francia a mediados del siglo XIX. El primero en hacer mención del positivismo fue el filósofo francés Saint-Simon, precursor de la filosofía social. No obstante, fue el sociólogo y filósofo francés Auguste Comte (1798 - 1857) quien popularizó dicha corriente filosófica junto con, el filósofo y político británico, John Stuart Mill (1806 – 1873).

Tanto Comte como Mill se basaban en la idea de que todo conocimiento o actividad filosófica o científica debía partir de hechos reales y posibles de comprobar a través del método científico, por lo que rechazaban cualquier tipo de conocimiento previo a la experiencia.

El positivismo tiene su raíz en el Iluminismo o Ilustración francesa donde surge un énfasis en el racionalismo y del empirismo inglés del siglo XVIII representado por David Hume (1711 - 1776).


5. Créditos

Echeverría, J. (1998) Filosofía de la Ciencia. Ediciones Akal , Madrid, España.

Kuhn, T. (2004) La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de Cultura Económica, México

Núñez, V. (2010) “Encrucijadas de la educación social, orientaciones, modelos y prácticas” Editorial UOC. Barcelona.

Passano, L. (2016) Sociología. Santillana. Montevideo, Uruguay

Imagen: Auguste Comte. (2005, 23 febrero). [Ilustración]. Wikipedia. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Auguste_Comte.jpg


Prof. Natalia Elizalde

Prof. Viviana Linale