Algunos consejos para el diseño de materiales educativos digitales

Medidas para reducir los riesgos del teletrabajo:

Confort y seguridad:

En primer lugar, hemos de tener un lugar que asegure un ambiente confortable, que facilite la concentración a la hora de trabajar, que nos reduzca los tiempos de trabajo y reduzca el estrés y otras complicaciones de salud.  

• El lugar para trabajar debe tener la posibilidad de una buena ventilación, en lo posible natural. 
• La temperatura, el flujo de aire y la humedad del ambiente deberán tener la posibilidad de ser controlados, naturalmente o con medios artificiales.
• Debemos asegurarnos un bajo nivel de ruido externo, trabajando en los horarios en que el resto de la población del hogar está en otras tareas y pactando tiempos familiares en los que se incluyan nuestros tiempos de trabajo. 
• Mantener un ambiente limpio y ordenado, de forma de hacerlos seguros frente a accidentes. 
• Respetar los lugares de paso, disponer el cableado eléctrico y telefónico de manera fija y en las paredes.

Iluminación:

En cuanto a la iluminación, es necesario, para evitar la fatiga visual (cuando aparecen síntomas como lagrimeo, pesadez de párpados, escozor ocular, aumento del parpadeo, visión borrosa, o cefaleas), tomar ciertas medidas. 

• Preferentemente hemos de usar luz natural, pero complementarla con luz artificial bien dirigida hacia nuestra mesa de trabajo cuando no alcance para asegurarnos una buena visibilidad. Para eso, debemos disponer de un lugar bien iluminado, y tratar de hacer nuestro trabajo en el horario diurno.
• Debemos evitar reflejos y deslumbramientos, ubicando nuestros puestos de trabajo de forma de que nuestros ojos no reciban luz natural o artificial de frente, ni trabajar directamente sobre superficies metálicas que produzcan reflejos. 

Ubicación del equipo informático y accesorios:

• La pantalla, el teclado y los documentos deberán encontrarse a una distancia similar de los ojos para evitar la fatiga visual y los giros de cuello y cabeza. 
• La distancia recomendada de lectura de la pantalla con respecto a los ojos del trabajador será entre 40 y 55 cm. 
• La pantalla deberá estar a una altura que pueda ser visualizada por el trabajador dentro del espacio comprendido entre la línea de visión horizontal y la que se encuentra a 60º por debajo de la misma. 
• Debemos poder ajustar fácilmente la luminosidad y el contraste entre los caracteres y el fondo de la pantalla, adaptándolos a las condiciones cambiantes de nuestro entorno. 
• Se debe disponer la pantalla de forma que no refleje luz directa.
• Reducir la cantidad de adaptadores utilizando zapatillas fijas. Verificar que no haya cables en zonas de paso.

 

 

Ergonomía del puesto de trabajo:

Los causantes de trastornos músculo-esqueléticos pasan por las posturas incorrectas, el estar mucho tiempo quietos frente a la pantalla y los movimientos repetitivos. 

• Mesa o superficie de trabajo: como norma general, la altura del plano de trabajo recomendable es de entre 65 y 68 cm, dependiendo de la altura del trabajador.
• Silla: tendría que contar con cinco ruedas, apoyabrazos, respaldo reclinable y altura ajustable. 
• Teclado: debería ser inclinable e independiente de la pantalla para permitir que el trabajador adopte una postura cómoda que no le provoque cansancio en los brazos o las manos, por ello es preferible el empleo de ordenadores de mesa al uso de portátiles. El empleo de reposamuñecas es recomendable.
• Reposapiés: es recomendable su empleo cuando no se apoyen bien los pies en el suelo, ya que esta falta de apoyo condiciona la postura general del cuerpo, y puede dificultar la circulación sanguínea de las piernas. Deberá tener superficie antideslizante. 

Riesgos psicosociales 

Para evitar el aislamiento, hemos de buscar la forma de compartir las decisiones e intercambiar ideas con nuestros pares y compañeros del sindicato. El trabajo desde nuestras casas, puede producirnos sentimientos de soledad, angustia y depresión –más aun considerando la situación de pandemia-. Nos puede generar temor al fracaso o a una mala calidad del trabajo, adicción al trabajo, estrés, sensación de inseguridad y conflictos familiares. El teletrabajo no es una buena opción para garantizar nuestra salud laboral. 

• Debemos buscar organizar nuestros tiempos de trabajo con los estudiantes, de preparación y corrección, y de trabajo con nuestros pares, especialmente evitando hacerlo en aquellos momentos en que se suele compartir la vida familiar. 
• El tiempo que dedicamos al trabajo no puede ser superior al que normalmente le dedicaríamos haciéndolo en forma presencial, incluyendo los tiempos de preparación y corrección. Deberían distribuirse además equitativamente en todos los días laborales de la semana. 
• Fuera de ese horario preestablecido de trabajo, es necesario desconectarse de las responsabilidades laborales, separando trabajo de vida privada.  
• Los tiempos de descanso y recreación, precisamente por las dobles responsabilidades que se superponen en el espacio, son fundamentales. Cuando trabajamos en el aula, los docentes solemos dejar nuestros problemas de lado y poner especial atención en lo que sucede en clase y los vínculos con nuestros estudiantes. Esto funciona como una protección hacia el vínculo, pero también hacia nosotros mismos. 
• Establecer un ritmo de trabajo-descanso donde primen las pausas cortas y frecuentes frente a las largas y espaciadas, para evitar la fatiga. 
• Realizar pausas activas en las que se muevan ojos, cuello, brazos y piernas, para evitar problemas musculares y circulatorios.  
• Los tiempos de trabajo deben diferenciarse de los tiempos de tareas en el hogar. Bajo estas circunstancias, la doble presencia (la problemática asociada a compartir las responsabilidades hogar-trabajo), es permanente. 
• Dedicar tiempo a actividades que permitan una relajación (meditación, hobbies, actividades manuales y artísticas), que nos permita de desconexión de toda tecnología, para reducir estrés y ansiedad, más en tiempos donde la (des)información satura.  

• Conviene establecer reglas claras en cuanto a la modalidad de trabajo, las tareas y su evaluación. 
• No exigir a los estudiantes y a nosotros un número y una intensidad de tareas que superen lo habitual.  
• Hemos de ser especialmente cuidadosos si optamos por las clases por videoconferencia porque quedan grabadas y las palabras grabadas son como las palabras escritas. 
• Debemos tener claro que en solitario no es posible solucionar los problemas económicos, emocionales, sociales y pedagógicos (por ejemplo, la desigualdad que esta modalidad produce o agrava), para reducir angustia, estrés y frustraciones.