EL ANTICOMUNISMO EN AMÉRICA LATINA Y URUGUAY

3. Parte 3


Durante los largos años sesenta (1959-1973) se consolidaron representaciones que no eran nuevas, como la del trabajador sindicalizado que encarnaba al Caballo de Troya del comunismo internacional, en tanto “enemigo interno” que venía a socavar el orden social. Lo novedoso es que se fueron diversificando los rostros del “comunista” estereotipado y esa etiqueta sirvió para calificar estudiantes que adoptaron formas violentas o transgresoras de militancia, miembros de grupos guerrilleros, fieles y sacerdotes cristianos y líderes políticos que adhirieron en 1971 al Frente Amplio, la primera coalición de izquierdas que obtuvo una votación significativa en la historia del país.