Características centrales

La cultura es una construcción histórica, los hombres y mujeres la han ido construyendo y reconstruyendo en sus interacciones. Desde el sentido común es muy habitual referirse a “cultura” en relación al refinamiento o los conocimientos que pueda tener una persona, y en ocasiones se utiliza también en relación a las artes y la educación. Por el contrario, desde la Sociología, se entiende que la Cultura está presente en todos los ámbitos de la vida humana: en la identidad, en las manifestaciones y características de todo grupo humano, en el pensamiento, producciones y prácticas del ser humano.

A través de la cultura los sujetos han desarrollado la capacidad de dar significado a todo lo que le rodea y a su interacción con los otros. Otra característica de la cultura es que es aprendida: los sujetos son producto de una cultura transmitida de generación en generación, produciéndose una incorporación de la “herencia cultural”. Además, la cultura está en constante cambio y se producen contactos con otras culturas, lo que genera influencias mutuas y préstamos culturales.

El lenguaje, es un instrumento sumamente importante para incorporar la cultura. “Cada idioma conlleva ideas, contiene (de modo implícito) una cantidad de saberes, comunica una forma de organización social, formas de actuar y relacionarse, y modalidades socialmente construidas de concebir el mundo.” (Margulis, 2009).