EL VENENO DE MORIANA

4. Comentario del texto 3

En el primer momento el poema presenta una situación sospechosa... " Madrugaba Don Alonso /  a poco del sol salido /  convidando va a su boda /  a los parientes y amigos " La imagen es casi idílica en ese amanecer, hasta que comenzamos a sospechar: ¿vamos viendo los indicios? Primero: el juglar utiliza el hipérbaton (alteración del orden lógico de la expresión). Comúnmente en lengua oyente utilizamos el sujeto primero y el predicado después. Diríamos, en este caso "Don Alonso madrugaba...").  Este recurso nos indica (¿recuerdas los indicios o pistas?) que algo ese día se va a alterar.  La normalidad del día o de la vida del joven se alterarán esta mañana.   A continuación observa la oposición que se plantea entre los personajes. Una es la oposición religiosa que se manifiesta a partir de sus nombres (las sonoridades de Moriana evocan el mundo moro mientras que Alonso remite al catolicismo), hombre bueno para la guerra.  La oposición social está simbolizada por su posición en el espacio (ya que DA aparece desde la altura, el joven está montado en su caballo, mientras que Moriana se queda parada al sol).   Alonso pertenece a la nobleza (tiene un nombre aristocrático, su caballo muestra su riqueza, tiene numerosos amigos) mientras que ella parece ser una simple mujer de pueblo (está condicionada por su nombre de pila). Sobre todo, esta oposición parece pesar sobre los personajes desde sus primeras palabras, que son de saludo:  «Buenos días, Moriana /Don Alonso, bien venido». "a las puertas de Moriana / sofrenaba su rocino "  Presta atención, Don Alonso madruga porque la decisión de casarse es importante para él y está impaciente, ansioso y feliz por su casamiento. " Vengo a brindarte, Moriana  / para mi boda el domingo "   expresa sus intenciones en forma directa e ingenua. Nunca piensa en una reacción negativa de parte de Moriana.   Esta vez no viene por una cita o encuentro amoroso con la mora, viene para invitarla que presencie su unión con otra mujer sumando a la etopeya su ingenuidad y un toque de insensibilidad importante frente a los sentimientos de su amante. La "bienvenida" que acaba de dar la joven comienza a alterarse, tal como el hipérbaton lo adelantara. Y al mismo tiempo que recibe la noticia de que su relación con Don Alonso ha terminado oculta su enojo y comienza, rápidamente a planificar su venganza y convertir su "bienvenida en malvenida" y responde con palabras directas de despecho: "Esas bodas, Don Alonso,/ debieran de ser conmigo"  reprocha la joven y expresa su inocente deseo matrimonial. El tono de reproche y desaprobación va dejando paso rápidamente al enojo, para lo cual Moriana cambiará de intención, y encubre toda manifestación de venganza. Quiere que Don Alonso crea que no siente más que dolor y que acepta el final de su pareja, para lo cual lo invita a tomar una copa de vino, el mismo  " que solías beber / dentro, en mi cuarto florido "  Este lugar, el cuarto florido en el que disfrutaron sus cuerpos jóvenes brindando con vino, será el lugar de otro tipo de brindis. El último brindis íntimo de los amantes se asocia con lo sensual del encuentro: es" fresco vino ", atractivo y tentador, pero también es el comienzo de un acto de simulación en la protagonista. La invitación, aparentemente, es a un último encuentro amoroso, sutil y sugerente y sensual.