EL VENENO DE MORIANA

8. Comentario del texto 7

El poema se cierra con la agonía de Don Alonso, que se estructura en forma de diálogo, esto tiene la característica de darle credibilidad al hecho de la muerte de Don Alonso. En el momento final, el lector reconoce un paralelismo con el primer diálogo en el primer momento. Se trata de un paralelismo antitético que voy a exlicarte: " Qué me diste, Moriana"  presenta a un arrepentido de haber confiado en una mujer mora que le dice fácilmente que vuelva con su esposa, que debe estar con ella.  Inmediatamente Don Alonso se arrepiente de haber confundido y desesperado al punto de realizarse decididamente una serie de súplicas para salvarse. Pregunta y pregunta con desesperación hasta ofrecerle casamiento a la joven si lo salvara:  “¿Qué me diste, Moriana qué me diste en este vino?” Pero el hombre está exponiendo los síntomas del veneno en su cuerpo con angustia y terror. Sabe que está muriendo y dónde: en la casa de su amante. 

Como toda indiferente, Moriana no siente ninguna piedad por él, al punto que sus últimas palabras referidas a su madre y que lo muestran más sincero que nunca al nombrar a la mujer que seguramente es más importante en su vida: "¡desdichada mi madre que ya no me verá vivo!”  y pronunciadas con la resignación de quien sabe que va a morir, contrastan con la frialdad de la mora quien justifica su venganza con el dolor que su madre ha tenido que soportar desde que se enamoró de un cristiano español. 

Las últimas palabras del poema le pertenecen a la asesina, para reafirmar su victoria y desdicha a la vez al pensar en su madre y en haber conocido al hombre que causó su decepción y desgracia afectiva. 

El romance tiene un final trunco ya que no se muestra la muerte de Don Alonso. Nada más sabemos de él a partir del diálogo final. 

El efecto que tiene en el lector es lírico y dramático a la vez pues lo deja con el dolor de ambos personajes y la posibilidad de reflexionar sobre sus actos.