LAZARILLO DE TORMES

2. Vida de Lázaro con su madre y Zayde

 

 


Más adelante la madre y un moreno llamado Zayde “vinieron en conocimiento” (Lázaro no dice directamente que era la pareja de su madre). Al comienzo Lázaro le tenía miedo pero luego, gracias a que llevaba carne y leños para calentar la casa “fui queriéndole bien” porque mejoró sus vidas con comida y abrigo.

Nos dice de su hermanito que era “un negrito muy bonito” usando el diminutivo que muestra el cariño que siente por él. También usa el humor para hablar del hermanito porque nos cuenta que se asusta del padre, Zayde, diciendo “¡Mama, coco! porque era negro, sin darse cuenta que él también lo es.

Zayde, al igual que su padre, también va preso robando por necesidad: esto nos muestra una crítica escondida a la situación social de la época (siglo XVI en España). El padrastro robaba herraduras de los caballos que cuidaba y se las daba a la madre para que las vendiera. A Lázaro lo interrogan y por miedo a las amenazas descubre a su padrastro.

Éste fue azotado y pringado (castigo muy cruel en la época), Lázaro se compadece de él diciendo “al triste de mi padrastro”. A la madre también la castigan con cien azotes y ya no puede estar con Zayde, quedando sola con los dos niños: va a servir “al mesón de la Solana” (todos los lugares mencionados en la novela son reales y conocidos por la gente de la época, dándole verosimilitud al relato, aunque la historia sea ficticia, los hechos narrados son inventados pero creíbles).