Cada año se producen 350 millones de toneladas de plástico en el mundo, de las cuales entre 8 y 9 millones terminan en los océanos, siendo el 80 % de estos residuos de origen terrestre. Aunque un pequeño porcentaje de estos plásticos es reciclado (19,5 %), gran parte se descarta o se incinera. Los desechos plásticos amenazan la salud de los océanos y la biodiversidad marina, un ecosistema fundamental para nuestra supervivencia, ya que de él provienen gran parte de los alimentos que consumimos y el dioxígeno que respiramos. Además, los plásticos se descomponen en microplásticos, lo que agrava aún más el problema.
Los plásticos como residuos
Pero entonces, ¿qué son los microplásticos?
Se define como “microplástico” a aquellos ítems de plástico menores a 0,5 mm. Estos pueden separarse según su fuente de origen en primarios y secundarios.
Los primarios o directos son los que entran al océano como micropartículas, como los que se usan en productos de higiene personal o procesos industriales o por degradación de neumáticos y telas en los lavados.
Los secundarios o indirectos son la basura plástica que se degrada en el agua como bolsas plásticas, botellas, film, bandejas, vasos y cubiertos descartables, envoltorio de alimentos, partes de sillas de plástico, zapatos, partes de vehículos, boyas, electrodomésticos, entre otros tantos.
En Uruguay los sectores que más aportan como fuentes directas son el transporte y el mercado textil (por degradación de fibras) y, en las fuentes indirectas, la principal es el sector de embalajes.
¿Cómo afectan nuestra salud?
Aunque el impacto de los microplásticos en la salud humana no está completamente claro, existen preocupaciones sobre sus posibles efectos respiratorios, endocrinos y cardiovasculares. También pueden afectar a las personas a través de la inhalación.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), señala que hay evidencia de la presencia de microplásticos en la cadena alimenticia, el agua potable y el aire, debido a la abrasión de neumáticos, el desgaste de textiles sintéticos y la quema de basura. Su impacto en la salud depende de factores como el tipo y grado de exposición, así como el estado de salud individual. Por ello, la OPS ha incluido los microplásticos como un determinante ambiental de la salud, promoviendo estudios sobre sus efectos y la gestión adecuada de los residuos plásticos.