LA FILOSOFÍA COMO ACTO DE CORRUPCIÓN
1. ¿Qué es lo específico de la filosofía?
¿Qué es lo específico de la filosofía?
Existe
una vieja discusión sobre la naturaleza (la esencia) de la
filosofía.
Hay dos tendencias principales:
a) Para la
primera, la filosofía es esencialmente un conocimiento.
El conocimiento de la verdad
en el ámbito de la metafísica (filosofía teórica), el
conocimiento del bien, en el ámbito de la ética (filosofía
práctica).
El ámbito de la filosofía en este caso es la
escuela
(la institución educativa).
El filósofo es un profesor, o un investigador, como Kant, Hegel,
Husserl, Heidegger.
b) La segunda posibilidad es que la
filosofía no sea realmente un conocimiento, ni teórico ni práctico.
Y que la esencia de la filosofía sea generar una transformación
en un sujeto.
No una transformación sencilla, sino una
transformación radical (de raíz), un cambio completo de vida.
En este caso, la filosofía se parece a la religión, pero
hace uso de medios racionales.
Se parece al amor, pero sin el
violento poder del deseo.
Se parece a la política, pero sin una
organización centraliza.
Se parece al arte, pero no utiliza los
medios del arte.
Se parece al conocimiento científico, pero no
hace uso las matemáticas, ni de la verificación empírica (empiria
= experiencia).
Para
esta segunda versión, la filosofía no es una cuestión de escuela,
de solamente aprendizaje, transmisión y reproducción.
Los
filósofos no son solamente los profesores.
Como Sócrates
hablando a los jóvenes en las calles de Atenas; como Descartes
escribiendo cartas a la princesa Elizabeth; como Jean-Jacques
Rousseau escribiendo sus confesiones; o las obras de Sartre; o como,
si me disculpan el narcismo, mis propias novelas y obras. La
diferencia es que la filosofía ya no es conocimiento. Es
una acción.
Lo que hace a la filosofía ser especial, lo específico de la filosofía no son las reglas de un discurso, es la singularidad de un acto. Ese acto o acción es lo que los enemigos de Sócrates llamaron “la corrupción de los jóvenes”. Y a causa de eso, como ustedes saben, Sócrates fue sentenciado a muerte. “Corromper a los jóvenes” no es un mal nombre para el acto filosófico. Si ustedes entienden adecuadamente el “corromper”. Aquí “corromper” significa:
-
enseñar la posibilidad de rechazar la sumisión.
- poder ser crítico con las opiniones establecidas.
- corromper es dar a los jóvenes opciones para que piensen las normas sociales;
- corromper es dejar atrás la imitación y asumir la discusión y la crítica racional
- sustituir la obediencia por la revuelta. Esta revuelta no es ni espontánea ni agresiva, surge como consecuencia de principios y críticas racionales.
El
acto filosófico está siempre en la forma de una decisión,
una separación:
- Entre el conocimiento y la opinión,
-
entre opiniones correctas y opiniones falsas,
- entre la verdad y
la falsedad,
- entre el Bien y el Mal,
- entre sabiduría y
locura, etc.