DE LA RESTAURACIÓN A LA HEGEMONÍA EUROPEA

4. El pensamiento legitimista

Ninguna Constitución es el resultado de una deliberación; los derechos de los pueblos no están nunca escritos o, al menos, las actas constituyentes, o los derechos fundamentales escritos, son solo títulos declaratorios de derechos anteriores, de los que solo puede decirse que existen porque existen

Cuánto más se escribe, más débil es la Constitución.

La libertad, en cierto sentido, fue siempre un don de los reyes porque todas las naciones libres fueron instituidas por reyes.

Una asamblea cualquiera de hombres no puede constituir una Nación, tal empresa excede en locura a lo más absurdo y más extravagante (…)

Demostrar al detalle, después de lo que he dicho, será, a mi juicio, faltar al respeto a los que entienden y hacer demasiado honor a los que no entienden”

(Joseph de Maistre, Consideraciones sobre Francia, 1796)