LA REVOLUCIÓN FRANCESA

2. Antecedentes. Francia en vísperas de la Revolución.

2.1. Descripción de la “división tripartita” de la sociedad

Descripción de la “división tripartita” de la sociedad realizada por Adalberón, obispo de Laon en un poema dedicado al rey Roberto el Piadoso (hacia 1020)

“La sociedad de los fieles forma únicamente un cuerpo; pero el estado está constituido por tres. Puesto que la otra ley, le ley humana, distingue otras dos clases: los nobles y los siervos, en efecto, no se rigen por el mismo estatuto…

Aquellos son los guerreros protectores de las iglesias; son los defensores del pueblo, tanto de los grandes como de los pequeños, de todos, en una palabra, a la vez que garantizan su propia seguridad. La otra clase es la de los siervos: esta desgraciada ralea no posee nada que no sea fruto de su trabajo. ¿Quién podría, ábaco en mano, calcular las preocupaciones que absorben a los siervos, sus largas caminatas, sus duros trabajos? Dinero, vestidos, comida, los siervos lo proporcionan todo a todo el mundo; ningún hombre libre podría sobrevivir sin los siervos. ¿Hay un trabajo que realizar? ¿Hay que cargar con algo? Vemos cómo reyes y prelados se convierten en siervos de sus siervos: el amo es alimentado por el siervo, él que pretende alimentar a éste. Y el siervo no ve nunca el final de sus lágrimas y de sus suspiros. La casa de Dios, que creemos una, está pues dividida en tres: unos rezan, otros combaten y otros finalmente trabajan. Las tres partes que coexisten no sufren por su disyunción; los servicios que unos rinden son la condición de las obras de los otros dos; cada una por su turno se encarga de aliviar el todo; de tal forma que este triple conjunto no queda por ello menos unido, y es así cómo el mundo ha podido triunfar y disfrutar de la paz”