LA REVOLUCIÓN FRANCESA

1. La Revolución Francesa: el proceso revolucionario

 

 

La Revolución Francesa: el proceso revolucionario

El comienzo de la revolución

En 1789 una serie de revueltas provocó el fin del Antiguo Régimen. El rey Luis XVI convocó a los Estados Generales, una asamblea formada por representantes de los 3 estamentos (clero, nobleza, y tercer estado).

Los representantes de los tres estamentos redactaron cuadernos de quejas, donde planteaban sus quejas y peticiones al Rey.

Los Estados Generales aprobarían nuevos impuestos y así se resolvería la crisis financiera de Francia. La nobleza y el clero pretendían que se votara por estamento, mientras que el tercer estado quería votar por cabeza, ya que eran mayoría. El clero y la nobleza se negaron al pedido del tercer estado, y de esta manera los del tercer estado se declararon en Asamblea Nacional y juraron no separarse hasta elaborar una constitución.

El Rey no estaba dispuesto a aceptar la Asamblea Nacional y concentró sus tropas en París, ante esto los revolucionarios tomaron la Bastilla, una prisión real, liberaron los presos y tomaron las armas. Esto se extendió por todo Francia, y en el campo los campesinos asaltaron los castillos de los nobles.

El rey se vio obligado a aceptar la Asamblea Nacional.