2. Parte 2

En la década de 1870, Goya comienza a pintar óleos para la Real Fábrica de Tapices. A partir de las pinturas, se realizaban allí tapices que luego iban destinados a los distintos palacios reales. Es una pintura por encargo, por lo tanto el pintor debe representar temáticas alegres, festivas, que eran del gusto dominante por parte de la corte. Poco a poco comienza a destacar como pintor talentoso, a vincularse con la nobleza y a recibir encargos privados, tanto retratos como pinturas para ambientes domésticos.