LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES

1. Las primeras civilizaciones

 

 

LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES

“El desarrollo de la primera civilización urbana y con un sistema de escritura, al sur de Mesopotamia hacia el año 3.500 a.C., tendría unas consecuencias profundas sobre la historia humana posterior. Al cabo de pocos siglos, un proceso de desarrollo similar e independiente conllevó el surgimiento de una civilización en Egipto (aprox. 3200 a.C.), el valle del Indo (aprox. 2500 a.C.) y en la región septentrional de China (aprox. 1800 a.C.). Estas fueron las cuatro primeras civilizaciones de los tiempos antiguos. Estas cuatro civilizaciones compartían una característica. Cada una de ellas se había asentado en una llanura aluvial fértil con el potencial de una agricultura próspera necesaria para mantener a poblaciones elevadas. En cada caso, una parte de la población vivía en las ciudades, gobernadas por estados independientes o como partes de un reino más grande o imperio. (...) En las cuatro regiones, la agricultura productiva era la base para el surgimiento de las ciudades. Las primeras ciudades tenían una población entre mil e incluso diez mil veces más elevada que la de los primeros poblados agrícolas, que tan sólo habían alcanzado unos centenares de habitantes. La aparición de poblados de este tamaño precipitó cambios notables en la actividad económica, la organización social y la forma de gobierno.

Todas las primeras civilizaciones se caracterizaban por un estado centralizado o administraciones en forma de ciudad-estado. La escritura significó un avance decisivo para la administración de las primeras civilizaciones y conllevó el surgimiento de una nueva clase especializada, los escribas.

Muchos habitantes de las ciudades no participaban directamente en ninguna tarea relacionada con la subsistencia … Parte de la riqueza “excedente” estaba en manos de las clases gobernantes, cuya demanda de artículos de lujo creó un mercado creciente para la artesanía. (...) La artesanía estaba ligada directamente con el comercio. A cambio de materias primas, las poblaciones de las tierras bajas exportaban artículos manufacturados, extendiendo de este modo su influencia hasta comunidades remotas”.

Las civilizaciones de América (mayas, incas y aztecas) comparten las características de las antiguas civilizaciones de Europa, Africa y Asia: base de subsistencia agrícola, asentamientos urbanos, organización política en un estado centralizado. Sólo los mayas tenían un sistema de escritura y, a diferencia de las civilizaciones de la antigüedad, sus asentamientos no están organizados en un valle fluvial