1. Guerra de Corea

EL MUNDO DE LA POSGUERRA

COREA: OTRA ZONA DE ENFRENTAMIENTO

El enfrentamiento entre los bloques en Asia oriental alcanzó su  punto más álgido a partir de 1950 con la Guerra de Corea.


La guerra de Corea

La península de Corea, situada en la costa oriental de Asia, fue la encrucijada de intereses expansionistas de 3 grandes países: China URSS y Japón.

Los 900 Km de largo y 300 de ancho ponen de manifiesto en su estructura física  dos mitades que, política y económicamente, integran Corea. El norte es más montañoso y continental; estrechamente vinculado al continente, con grandes contrastes térmicos, aislado por un litoral difícilmente accesible y con unas condiciones de habitabilidad y explotación bastante hostiles. Por otro lado está el sur, abierto al mar, con un clima agradable y amplias llanuras cultivables.

Durante muchos siglos, este Estado, vivió una poderosa influencia China, hasta que a comienzos de nuestro siglo, la presencia japonesa se hizo dominante.

Con el estallido de la Segunda Guerra y la derrota Japonesa, Corea quedó libre de su ocupante nipón; y esto fue el inicio de la creciente separación entre un norte y un sur con distintos regímenes políticos, sociales, económicos e ideológicos.

Durante las Conferencias de la Guerra, se establecieron diferentes formas de organización de Corea.



El Cairo de 1945 se resolvió que los japoneses se rendirían a los rusos al norte del paralelo 38, y a los americanos al sur del mismo paralelo, sin que se planteara, en principio, un definitivo reparto político. En última instancia la mayor preocupación de las super-potencias fue crear un Estado a su imagen, impidiendo de esta manera la unidad nacional.

Con la proclamación, en 1948, de la República de Corea en Seúl, y de la República Popular Democrática de Corea en Pyong-yang, quedó confirmada una división que constituyó una nueva frontera de la Guerra Fría.

Unos incidentes en la línea divisoria desencadenaron la guerra en 1950. El 25 de junio el ejército norteamericano atravesó la frontera e invadió Corea del Sur, y  en menos de tres meses alcanzó a ocupar casi la totalidad del territorio.  La noticia provocó conmoción en Washington. El presidente Truman decidió enviar una tropa a proteger Taiwán y ordenó al general Mac Arthur que, desde Japón, enviara tropas de ayuda a los surcoreanos.

Ante esta situación, el delegado norteamericano de la ONU solicitó una condena a la agresión así como el envío de tropas, resoluciones que fueron aprobadas en razón de la ausencia del delegado de la URS- que se retiró en protesta por la no admisión de Pekín en la organización-.

La actuación de las tropas de la ONU, fue inicialmente desastrosa, pero, pocos días después, iniciaron una ofensiva que hizo retroceder a los norcoreanos, superar el paralelo 38 y llegar cerca de la frontera con China.

La no intervención Rusa no fue acompañada por China, la que se solidarizó con los coreanos del Norte ante lo que llamaba agresión imperialista, y entró en guerra recuperando terreno y tomando nuevamente Seúl.

A partir de entonces, la guerra entró en fases de ofensivas y contraofensivas, para estabilizarse luego en el paralelo 38.

El General Mac Arthur, pretendió extender la guerra total a China, utilizando el potencial nuclear norteamericano, situación desechada por el gobierno, que lo destituyó evidenciando sus temores a una guerra total.

Durante 2 años los bandos se desgastaron en una guerra sangrienta e inútil que, luego de arduas negociaciones, finalizó con la firma del armisticio del 27 de julio de 1953, quedando la situación de igual forma que antes del conflicto.