LAS PARÁBOLAS DE LA MISERICORDIA

9. Parte 9

 

  
 

El cuarto momento es la tercera parábola, que tiene algunos aspectos diferentes debido a que no es un objeto ni un animal, sino que es un ser consciente de su destino, ya que posee el libre albedrío, que es la capacidad de decisión propia sobre las opciones dentro de la vida. 

Hay una gradación descendente en la cantidad de lo perdido respecto al total (1 en 100, 1 en 10 y 1 entre 2) pero no así en lo que respecta al valor, ya que se trata de un ser humano. La “pérdida” en este caso es metafórica, ya que se refiere a que el hijo menor tomó la decisión de irse de la casa familiar de su padre. 

El hijo menor pide a su padre: “dame la parte de los bienes que me corresponde” (15:12), el pedido se realiza mediante el empleo del modo imperativo, que es el modo que tiene como característica tener una fuerte intención apelativa. Es decir, que el receptor tiende a realizar lo que el emisor le indica, ya que es una orden, mandato, o pedido muy fuerte. En este caso se encuentra el empleo del pronombre enclítico, que es el pronombre (me 1ra. persona del singular) que está unido al verbo y formando una sola palabra con él.