¿Qué son la entalpía de formación y de combustión estándar?

3. Introducción: tetraedro de fuego

Los procesos de combustión consisten en reacciones químicas en las cuales una o más sustancias, que constituyen el combustible, se combinan con otra que actúa como comburente liberando energía en forma de luz y calor.

En el triángulo del fuego se indican las condiciones necesarias para que se produzca la combustión. 

Los lados que componen el triángulo del fuego son:

  • El combustible: se trata de la sustancia que experimenta la combustión, puede encontrarse en estado sólido, líquido o gaseoso.
  • El comburente: se combina con el combustible. En la mayoría de los casos es el dioxígeno.
  • La fuente de ignición: suministra la energía necesaria para iniciar la combustión; puede ser una chispa, una fuente de calor, una corriente eléctrica, etc.

Si eliminamos de la combustión cualquiera de los componentes de los lados del triángulo el fuego se apagará. Por lo tanto esta representación es muy útil para explicar cómo podemos extinguir un fuego.

Para que se mantenga la combustión es necesaria una cuarta condición, la reacción en cadena.

Al incluir la reacción en cadena en el esquema del triángulo del fuego obtenemos el tetraedro del fuego. El principio básico es el mismo, todos los elementos indicados en las caras del tetraedro son necesarios para que la combustión se mantenga, si eliminamos cualquiera de ellas el fuego se extinguirá.

Tetraedro

El calor que se libera al comenzar la combustión se trasmite al combustible realimentándolo y permitiendo que la reacción continúe.

Observa el siguiente video: 

Para extinguir una combustión se puede actuar de diferentes maneras, según las características del combustible y el origen del fuego. Una posibilidad es impedir el contacto entre el combustible y el comburente. La disminución de la temperatura también incide en la reacción en cadena. Para ello se puede emplear agua, arena, una frazada o dióxido de carbono proveniente de un extintor. El agua y el dióxido de carbono tienen la ventaja de impedir el contacto combustible-comburente y de provocar un descenso de la temperatura a la vez. El agua no debe emplearse para extinguir fuegos de origen eléctrico.