Ficha 4.3

LAS AGUAS BAJAN TURBIAS

Uruguay, que se precia de la calidad y abundancia de su agua potable, descubre que el crecimiento económico y agrícola, sumado a controles débiles, ha contaminado los ríos que abastecen a la potabilizadora estatal, y mientras las autoridades anuncian medidas, los científicos dan la alerta. A inicios de este año, la población de Montevideo percibió un olor y sabor diferente en el agua potable. Las autoridades explicaron que era un fenómeno generado por la floración de cianobacterias, producto de la proliferación de algas en el río Santa Lucía, donde se abastece OSE, la potabilizadora estatal, para proveer de agua al 60% de la población. En Uruguay más del 90% de la fuente de agua potable son los ríos. Entonces el violento cambio del uso del suelo que ha tenido el país genera que se hayan contaminado todas las vías de áreas densamente pobladas dijo a la AFP Daniel Panario, director del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar),  para el cual el problema es grave.

En el agua del Santa Lucía hay altos valores de fósforo y puntualmente otros contaminantes orgánicos. El reporte sostiene que el 80% de la contaminación se debe a "fuentes difusas", básicamente provenientes de actividades agropecuarias (especialmente de los tambos de la zona), y el resto a efluentes de industrias y aguas servidas de poblaciones. Destaca además que la mayoría de los vertidos no cumple con las limitaciones legales y que hay muy poca información sobre el uso de agroquímicos. Las recomendaciones van desde controlar la erosión de los suelos o la fertilización fosfatada hasta declarar áreas protegidas las que bordean los lugares de toma directa de aguas para potabilización. Para Juan Cristina, decano de la Facultad de Ciencias, lo ocurrido "revela un problema que necesita una política de Estado respecto a la cuenca".

Extractado de AFP14 de junio de 2013