Los asteroides y los cometas son cuerpos que pueblan el Sistema Solar, que se caracterizan por tener varias cosas en común. Estos astros se mueven en órbitas alrededor del Sol y en algunas ocasiones pueden tener trayectorias cercanas a la Tierra. Si bien hace miles de millones de años eran mucho más abundantes y caían frecuentemente sobre la superficie de nuestro planeta, hoy ya es muy difícil que colisionen. La  probabilidad de recibir un impacto es muy escasa, pero sin embargo no estamos a salvo de que en largos intervalos de tiempo alguno se estrelle en la Tierra. Además ambos cuerpos celestes se consideran residuos de la formación del Sistema Solar, los cuales durante los miles de millones de años de su existencia no han sido atraídos por la fuerza de gravedad de los demás astros de mayor masa de la región que habitamos.