TE ESPERO A LAS 15 HORAS

1. Te espero a las 15 horas

Te espero a las 15 horas 

Hubo un día en que Montevideo cambió su modo de leer el reloj y la una de la tarde dejó de ser la una de la tarde, las doce de la noche, las doce de la noche. Las horas modificaron su denominación y se convirtieron en las 13 y las 24 respectivamente, y así todas las demás horas a partir del mediodía. No hace tanto de este cambio: tuvo lugar en el año 1914, marzo 17, por decreto que firma don José Batlle y Ordóñez. Pero la disposición no entró en vigencia de golpe y para todos, a fin de evitar posibles entreveros. Primero fueron solamente las dependencias de los Ministerios de Guerra y Marina y de Instrucción Pública las que empezaron a emplear la nueva forma de denominación horaria. Pero a la vez se estableció que desde la fecha indicada, las escuelas del país debían enseñar la hora de ese modo, para que las nuevas generaciones ya se formaran bajo el nuevo sistema horario. No dio mucho resultado el recurso, por lo visto, pues a la vuelta de tantos años, todavía nos encontramos con alguien “a las tres de la tarde” o vamos al teatro “a las nueve de la noche”. 

(Milton Schinca, Boulevard Sarandí. Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo, 2003).