LA REVOLUCIÓN EN EL RÍO DE LA PLATA Y LA BANDA ORIENTAL (II)

1. Parte 1

En Buenos Aires se instaló la Junta de Mayo el 25 de mayo de 1810, iniciándose así el proceso revolucionario en el Río de la Plata. El 28 de febrero de 1811 estalló el espíritu rebelde que se gestaba en la campaña oriental: un grupo de gauchos dirigidos por Pedro Viera y Venancio Benavídez dio el "Grito de Asencio", capturó Mercedes y desencadenó el alzamiento de los caudillos más importantes del país (Otorgues, Fructuoso Rivera, Juan Antonio Lavalleja), quienes recibieron el apoyo de los estancieros orientales cansados del autoritarismo y el fiscalismo del Montevideo españolista. 

Casi simultáneamente, el capitán de Blandengues José Artigas desertó de su cargo en el ejército español y se presentó ante la Junta bonaerense para "llevar el estandarte de la libertad hasta los muros de Montevideo"; el enorme prestigio de que gozaba en la campaña oriental lo hacía la incorporación más deseada por la Junta en su intento de profundizar la sublevación del interior. Pasado a la Banda Oriental en abril de 1811, toda la campaña se le unió proporcionando los hombres para formar un ejército popular, mal armado pero con una temible caballería que pronto dominó el sur de la Banda y logró la primera victoria militar de la revolución en el Río de la Plata: la batalla de Las Piedras, el 18 de mayo de 1811. Despejado así el camino hacia Montevideo, el gobierno de Buenos Aires envió a José Rondeau con un ejército para sitiarlo, al que se unieron -en carácter de subordinadas- las fuerzas de Artigas. Con toda la campaña en manos de los patriotas, la dominación española quedó reducida al Montevideo sitiado, defendido por Elío y la escuadra española.

Ante la situación desesperada que enfrentaba, Elío pidió la intervención de Portugal, que envió un ejército de socorro. Ahora la que temió la invasión portuguesa fue Buenos Aires y, para detenerla, planeó hacer un armisticio con Elío, que no contó con el acuerdo de los orientales. Firmado el 20 de octubre de 1811, reconocía la autoridad de Fernando VII y establecía que se retirarían las tropas bonaerenses y portuguesas de la Banda Oriental en tanto que Elío veía restablecida su autoridad sobre ella.

Rechazado por Artigas y su ejército, que no querían volver a someterse a la autoridad virreinal, iniciaron una retirada del territorio de la Banda que fue acompañada por la mayoría del pueblo oriental en uno de sus más célebres episodios: el Éxodo. Hombres, mujeres y niños abandonaron sus posesiones retirándose del país junto a su recién designado "Jefe de los Orientales", Artigas.