POSTURAS FRENTE AL CONOCIMIENTO

6. Concepción idealista

CONCEPCIÓN IDEALISTA

El idealismo se enfoca en el razonamiento y en cómo la persona puede traer el conocimiento desde su interior. En esta visión, el mundo existe solo en la mente de las personas y esa última verdad depende de una coherencia de ideas. La verdad es la concordancia del pensamiento consigo mismo (postura monista), y concuerda cuando no hay contradicción. La ausencia de contradicción es un criterio de verdad pero no general para todo conocimiento. Si sería válido para las ciencias formales. Las leyes y los principios del pensamiento se fundamentan en sí mismos. O sea son fundamentos necesarios para llevar a cabo todo pensamiento y conocimiento. De negarlas, estaríamos negando el pensamiento mismo. Por ejemplo: admitimos como ley del pensamiento o evidencia que el todo es mayor que las partes, o los principios de identidad o contradicción, de causalidad, etc.

El idealismo no admite que podamos afirmar sin más la existencia de la realidad. Aún suponiendo que existiera una realidad exterior al sujeto, nada nos garantiza que podamos conocerla. Así, Descartes (siglo XVII) puede afirmar con certeza que él es un ser que piensa, pero no puede saber con seguridad si sus pensamientos son provocados por una realidad exterior o si los ha causado él mismo. Por tanto, el sujeto pensante tiene ideas y estas ideas son los verdaderos pensamientos sin que podamos denominar objetos a las cosas mismas (cuya realidad no podemos en principio establecer con certeza).

Por tanto, podemos definir el idealismo como la doctrina que niega o pone en duda la existencia de una realidad exterior al pensamiento. Todas las realidades externas (todo el mundo material) serían solamente representaciones (ideas) en la mente del sujeto pensante.