Actividad 7

Martina un día, en casa de su abuela, revisando la estantería de libros encontró un libro que le llamó la atención. Sus páginas ya estaban muy amarillentas y adentro tenía figuritas adhesivas. Se titulaba Maravillas de la naturaleza.* Lo abrió en la página que hablaba sobre el arcoíris y leyó lo siguiente:

            Durante miles de años, el arcoíris constituyó un misterio. ¿Era un mensaje del dios de la guerra? ¿Era su hermoso y grandioso arco un signo de paz después de la tormenta? En la actualidad hasta los colegiales saben que los hermosos colores que lo forman, rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta, son los siete colores que  constituyen la luz blanca. También sabemos que si llueve cuando hay sol, el arco mágico aparece porque la luz, al pasar a través de las gotas de lluvia, que hacen las veces de prismas, se descompone en esos siete colores.

            Necesitamos volver la espalda al sol para poder ver el arcoíris. Si el sol está ya en su ocaso, el arcoíris aparecerá muy alto en el cielo; pero si el sol está todavía alto en el cielo, el arco será más pequeño y se verá a menor altura.

            Los colores del arco iris no son siempre iguales ni del mismo ancho. El ancho de cada franja de color varía, pues las gotas de agua son también de diferentes tamaños, y entre más pequeñas sean éstas, más anchas serán aquellas.        

Una vez que otra, la naturaleza nos regala con un arcoíris doble. Cuando esto sucede, sus colores están colocados a la inversa, es decir, el violeta aparece en el borde exterior y el rojo en el interior del arco.

            En las cataratas se forman bellos arcoíris.

*Texto extraído del libro: Libro de oro de estampas. Maravillas de la naturaleza. Editorial Novaro-México, S.A. 1962